martes, 24 de abril de 2012


Gracias por estar siempre ahí, por sacarme una sonrisa entre lágrimas, incluso cuando era por ti por quien lloraba. 
Eres tú, capaz de hacerme sonreír en un mal momento, tranquilizarme, e incluso hacerme llorar con un par de palabras. Cuando estoy mal o nerviosa pienso en ti, y me cambia la cara. Puedes hacerme feliz con tan solo un gesto, una mirada, o una palabra. ¿Sabes por qué? porque eres una de las personas más importantes de mi vida, por no decir que eres el más importante. 

Aflojas, y te das cuenta del significado de las cosas.



Y de repente unas ganas tremendas de mandarlo todo a la mierda te inundan. Lloras y lloras, hasta casi quedarte sin lágrimas. Un nudo te oprime la garganta y poco a poco te va ahogando. 
Estarías dispuesta a hacer cualquier locura, con el fin de dejar de existir... lo único que deseas en ese momento es desaparecer. 


Pero de pronto llega alguien a tu vida que te dice que te tranquilices, y todo cambia. Te ayuda a superar tus miedos, y la vida...la vida vuelve a tener sentido. 

Algo sobre mí.


Me llamo Martha Alicia Quiñones Gil, nada del otro mundo, aun que, esa 'h' de 'Martha' no es del todo cierta; tiene su historia, una canción llamada 'Martha my dear', pero verdaderamente es Marta sin 'h'. ¿Algo curioso? Imagina que en vez de haber sido ese mi nombre hubiese sido 'Estefanía Aurora de la Inmaculada Concepción Quiñones Gil', ese iba a ser mi nombre, pero gracias a dios no. 
Bueno, que esto no importa. A ver, sobre mí, pues esto: 

Considero que suelo ser impuntual, pero odio esperar, creo que las cosas tienen que llegar a su momento, y que cada segundo de la vida es un regalo que tenemos que aprovechar. Cuando quiero algo, lucho hasta conseguirlo, hasta que quede satisfecha (aunque casi nunca ocurre esto).
Tengo algunos problemas en expresar mis sentimientos, no soy muy cariñosa, pero a veces puedo llegar a ser la novia más pegajosa. Soy muy sensible, cualquier cosa por pequeña que sea, consigue hundirme. Necesito gente a mi alrededor, odio la soledad, aun que nunca viene mal estar sola y pensar. A veces tan sólo necesito como mucho una hora para confiar en alguien, y otras, sin embargo, me cuesta mil confiar. Tan buena que llego a ser tonta. No tengo muchos amigos, ahora mismo podría decir que amigas así de verdad solo tengo una, y tres amigos. Mi amiga la de siempre, no hay nada que contar, esa amiga desde la infancia, que ha estado conmigo siempre. ¿Los tres chicos?  Mi ex, es irónico, mi primer novio, el que me hizo sufrir como nunca nadie, pero, por otra parte ha sido quien más me ha enseñado, me ha ayudado, y quien mejor se ha portado conmigo. Marquitos, que es un poco capullo, pero ha estado ahí cuando lo he necesitado. Y Jose, que siempre siempre siempre me está soportando y ayudando cuando estoy de mala leche o depre, ¡y yo le ayudo a él, que conste! 
Bueno, en mi vida también hay una persona que, sin duda, es la más importante, y se llama Paolo Galindo. Él es mi novio desde hace un año ya, y lo quiero muchísimo; me ha ayudado mucho desde que lo conocí, y gracias a él, hoy puedo decir que soy feliz.
Pues sigo; ¿Yo? ¿hablar poco? Si dices eso es porque no me conoces bien.
Soy muy nerviosa, demasiado diría yo. Puedo guardármelo todo y quitarme del medio en menos de dos segundos, o puedo soltarlo todo y cargarme a más de uno. Cuando esté mal o enfadada no hagas caso a nada de lo que diga, no creas nada, porque hablo sin pensar. A veces suelo hacer daño. Normalmente me lo guardo, y es por eso por lo que no hay ni una sola parte de mi cuerpo que no esté ocupada por una contractura; soy 1'58 de nervio puro. Prefiero pasarlo mal yo, a que lo pasen mal los demás.
No soy nada rencorosa. Cuando cometo un error suelo caer varias veces en lo mismo, a veces sin querer, otras queriendo. Perdono fácilmente, pero me cuesta horrores pedir perdón.
No hay ni un solo día en el que no llore, por distintos motivos, pero siempre con motivos. Soy fiel a quien quiero. Cuando le digo a un chico 'te quiero' es porque lo siento de verdad. No me gustan los falsos te quiero's, ¿por qué iba a decírtelo si fuese mentira?

No me importa la distancia, tengo experiencia sobre ella. 
No soy nada superficial.
Me encanta leer, leer, leer, y más leer, incluso me podría llevar todo un día leyendo. 
Me gustaría aprender ha hablar Italiano, pero...no salgo del inglés y español; y...un poquitín de Francés. Me gustaría ir un tiempo a Italia, y allí desconectar por completo.
Ya tendré tiempo para ir.
El color morado y el amarillo no pegan. El azul no es de niños, ni el rosa de niñas. Me preocupo mucho por mi físico, incluso puedo llegar a tener complejo de los grandes.
¿La fotografía? Algo más que un entretenimiento.
Amo cantar, pero pocas personas me han escuchado hacerlo. Odio que me digan que siempre quiero llevar la razón, por que eso no es verdad. 
Suelo ser celosa con lo que me pertenece. El amor a primera vista existe, en los cuentos, claro. La distancia no hace el olvido, el olvido lo hace las personas. El fin no siempre justifica los medios. Algunas cosas sí son para siempre, sólo tienes que proponértelo. 
Odio que la gente hable de algo sin saber. 
No me gustan los hospitales, las agujas me dan miedo y odio sacarme sangre, pero 'afortunadamente', no hay un mes en el que no tenga que hacerlo. No me gusta que la gente se queje de que no hago nada, me hace sentir inútil; pero si no hago algo es porque no puedo. 
Pregúntame sobre contracturas, jaquecas, escoliosis, rectificaciones cervicales, vértigos, problemas estomacales, esofagitis, reflujo gastro-esofágico…¡y más! Y te contestaré encantada. Estoy pasando por todo eso, y sí, considero que sé lo suficiente de cada cosa como para dejar a un ignorante que habla sin saber, callado en…¿dos segundos?. Hay muchos de éstos en mi vida.
Así como deseo, no me importaría crecer 5 ó 6 cms más, tener un poco más de pecho, no estar tan canija, y tener una nariz más pequeña. 
Para mí, todos los días tienen algo de especial. No me vengas con rayadas. Odio las pérdidas de tiempo, y me gustan las cosas claras desde el primer momento. 

Como último dato, -aun que esto no es todo-, adoro los gatos, soy adicta al chocolate, y toda mi infancia ha tenido como banda sonora la increíble música de The Beatles. 


Encantada. 
No sé desde cuando, tampoco me he parado a pensarlo... pero cuando te miro un pequeño cosquilleo atraviesa mi cuerpo. Mariposas empiezan a revolotear en mi estómago. No puedo evitar sonreir.